La jaula que destinemos a nuestra mascota debe ser lo suficientemente grande como para que en esta entre una bandeja que podamos llenar con aserrín, virutas de madera no resinosa, o viruta de marlo, etc., la cual estará destinada al "baño" de nuestra mascota.
Como decíamos antes, al adquirir el animal, debemos dejarlo los primeros días dentro de su jaula, en el lugar que le hayamos destinado. Una vez que el animal hizo sus "necesidades" un par de veces en ese lugar, cuando usted le abra la jaula y pueda correr por la casa, siempre volverá allí para orinar y defecar.